Los dos incendios que se produjeron en los autobuses de la EMT el verano pasado no se deben a una única causa. Esta es la conclusión que se extrae del informe resumen que ha elaborado el jefe de mantenimiento de la empresa municipal, en base a los cuatro peritajes que se han realizado.
El autobús que se incendió en Illetes el 13 de junio de 2016, de la marca IVECO, tenía más de siete años y 561.000 kilómetros. Una de las posibles causas del incendio podría ser la rotura accidental del conducto de presión de gasoil. También podría deberse a un cortocircuito por contacto del tubo de la dirección asistida.
Por su parte, el autobús que se quemó en el Passeig Sagrera el 7 de julio de 2016, era de la marca Mercedes Benz, tenía casi 10 años y 827.000 kilómetros. El incendio se podría atribuir a un cortocircuito del cable de corriente que va de la batería al motor de arranque y alternadores, debido a un roce sostenido que llegó a debilitar con el tiempo los aislamientos de los cables y las sujeciones del chasis. Así, la principal causa podría ser la comunicación del cable positivo de la batería del motor de arranque y el negativo a causa de la pérdida gradual de la propiedad de aislamiento de los cables.
El presidente de la EMT, Joan Ferrer, añadió que ambos autobuses tenían muchos kilómetros, ya que lo ideal sería que no superasen los 500.000 kilómetros. No obstante, quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a los usuarios de la EMT y aseguró que los autobuses son seguros, ya que han pasado todas las revisiones y cuentan con todas las medidas antiincendios.