Casarse en una idílica playa de Menorca es para algunos un gran sueño, aunque antes hay que pasar por la pesadilla de conseguir todos los permisos que se precisan para poder celebrar el enlace sobre la arena de ese espacio público.
El año pasado se celebraron doce bodas en las playas o en las calas menorquinas, la mayor parte en el término municipal de Sant Lluís, y algunas en Mercadal y Mahón.
Demarcación de Costas prohíbe celebrar eventos como enlaces matrimoniales en prácticamente todo el litoral español aunque en Menorca es posible desde marzo de 2015, siempre y cuando se obtengan los pertinentes permisos del Consell insular y del ayuntamiento al que pertenezca la playa con la que sueñan los novios.
A pesar de que casarse en las playas de la isla está permitido, hay que llevar a cabo una serie de gestiones, y no siempre está garantizado que el evento que se planea pueda realizarse.
Para empezar, hay que solicitar el permiso en la Demarcación Provincial de Costas de Baleares. Se debe indicar el número de invitados, la duración de la ceremonia, el espacio de playa que se necesitará, y qué elementos decorativos se pretenden colocar para montar una ceremonia que los novios recordarán, seguramente, el resto de sus días.
Hay que tener en cuenta que la playa es un espacio público, por lo que lo más probable, y más si la boda se lleva a cabo en los meses de verano, es que haya otras personas en la playa, en bañador, y si se trata de una nudista, como éstas vinieron al mundo.
Así que, si lo que persigue es intimidad y evitar que una legión de bañistas les retrate con sus teléfonos móviles, habría que escoger una fecha fuera de la época estival.
El siguiente paso será solicitar un informe al ayuntamiento del municipio en el que se encuentre la playa elegida, y otro al Consell de Menorca.
Los consistorios son los encargados de facilitar los permisos y aplicar la normativa de la autoridad costera. Lo mejor es hacerlo con tiempo, ya que se puede tardar semanas o bastante más tiempo del que en principio creyó.
Hay que incluir información relativa al montaje de la boda, como los elementos que se van a instalar: baños, generadores eléctricos, cocinas. Y también se deben tener en cuenta las medidas de seguridad, planos, o nivel de decibelios, entre otros aspectos.
A pesar de todos estos trámites burocráticos, cada vez son más las parejas interesadas en celebrar su boda en la orilla del mar, y la mayoría de las peticiones proceden de residentes en la Península y de fuera de España, sostienen los profesionales de la organización de bodas.
Según Demarcación de Costas en la actualidad hay numerosas solicitudes pendientes de respuesta, quizá por eso este año todavía no se ha llevado a cabo ningún enlace autorizado en las playas o en calas de Menorca.