La empresa de autocares Palma Coach, propiedad de la empresa portuguesa Greenbus, ha dejado de operar en Mallorca desde el pasado 1 de mayo, dejando deudas por valor de un millón de euros a proveedores y transportistas de la Isla. Palma Coach contaba en la Isla con una flota de 12 autocares, entre autobuses y minibuses, y una plantilla de unos 20 trabajadores. El cierre ha pillado por sorpresa a proveedores y transportistas, así como la Federación Empresarial Balear de Transporte (FEBT).
Jumbo Tours se ha hecho cargo de toda la operativa desde el pasado día 11, ya que durante los diez primeros días lo hizo Transunión para cumplir con los compromisos adquiridos con el grupo turístico británico Hoppa.
La alarma entre proveedores y transportistas surgió cuando Palma Coach remitió un comunicado, en el que anunciaba: «Debido a la reestructuración que es necesario hacer, no nos va a ser posible asumir los compromisos adquiridos, por lo que se han tenido que anular todos los pagarés emitidos, por lo que no se podrán cobrar».
La deuda que deja en la Isla alcanza el millón de euros, cifra que puede variar al alza en cuanto se haga el recuento oficial.