El Govern balear descarta «en estos momentos» aplicar un impuesto sobre las bebidas azucaradas similar al establecido en Cataluña y aboga por combatir los efectos nocivos del consumo excesivo de azúcar a través de campañas de salud pública.
Así lo ha expuesto este martes en el pleno del Parlament la consellera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, que ha recordado que el impuesto catalán recae directamente sobre los consumidores, algo que «se tiene que plantear con mucha prudencia».
«Este Govern ya hizo una reforma fiscal», ha indicado la consellera, que ha recordado que «la vía impositiva» para prevenir dolencias como la diabetes, la obesidad y la caries, causadas por el consumo abusivo de azúcar, «no es la única que establece» la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Conselleria de Salud lleva a cabo campañas de hábitos saludables donde advierte del riesgo de la ingesta excesiva de azúcar y otros edulcorantes, y prepara un decreto para restringir las grasas, azúcares y sal en los menús escolares, ha detallado Cladera.
La consellera de Hacienda ha ofrecido esta información en respuesta a una pregunta del diputado de Podemos Salvador Aguilera, que ha abogado por la implantación de un impuesto sobre las bebidas azucaradas.