La coalición MÉS, y concretamente su 'alma mater' el PSM, se preparan para tener que tragar el cáliz más amargo de toda su historia, que en el caso de los pesemeros ya son más de cuatro décadas. La Brigada de Delincuencia Económica de la Policía trabaja en la investigación del caso Jaume Garau y sus contratos firmados con tres consellerias del Govern y Cort, todas ellas con MÉS. Es prácticamente imposible adivinar cuáles serán los pasos que dará la Policía, pero el sentido común indica que, antes de proceder a hipotéticas imputaciones, citará en sus dependencias a los supuestos implicados en el caso, comenzando por los exaltos cargos o actuales altos cargos del Govern y Cort que firmaron los contratos, por un valor toral superior a los 150.000 euros. También por puro sentido común común, cabe intuir que el último de esta fase primera de investigación será Jaume Garau. Pero antes de hacerse una composición de lugar la Policía escuchará a otros, comenzando por Jaume Gomila, exdirector general de Cultura, que le otorgó varios contratos a Garau.
Pero el punto álgido de esta fase preliminar llegará después, con la declaración de Garau. Allá dejará palmariamente claro si actuó como un empresario más en busca de un contrato de la administración a cambio de la elaboración de un trabajo técnico, o si había 'más cosas'. El problema de Garau es que en un caso presentó a dos de sus empresas a un mismo concurso con una oferta monetaria muy parecida pero diferente. ¿Cómo podrá explicarlo? También parece ser que Gomila lo tiene complicado para justificar varios contratos al antiguo jefe de campaña de MÉS. Pero será Garau, lo que afirme o calle Jaume Garau, la clave de lo que puede pasar.
De momento, el exdirector de campaña de MÉS permanece callado y a la espera de acontecimientos. Se comenta que se ha ido a descansar a una zona costera del sur-este de Mallorca. Permanece a la espera cuando ya ha sido suspendido de militancia por parte del PSM y se ha producido un desmarque, al menos formal, hacia su persona.
La expectación respecto a esta actuación policial es enorme en ámbitos políticos, De su resultado y de las posteriores decisiones de Fiscalía y judiciales dependen no ya que se puedan producir nuevas dimisiones en el seno del Executiu balear, sino también la propia estabilidad política del Govern del Pacte. La tensión se palma en el seno de MÉS. Han acumulado una cuota de poder muy importante. Tienen la vicepresidencia del Govern, la presidencia del Consell y dentro de dos meses (si no ocurre nada insuperable) tendrán la alcaldía de Palma. Pero ahora por debajo les corroe es asunto Garau y, sobe todo, su actual incapacidad para poder controlar esta explosión.