Los tributos que gestiona Balears en el conjunto de su financiación, dejando al margen los ingresos financieros, representan el 24,2 % del total. Es una de las comunidades con mayor peso de estos tributos que son, principalmente, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, de Patrimonio, de Transmisiones Patrimoniales, y de Actos Jurídicos Documentados.
Se trata de tributos cedidos a las comunidades, por lo que los gobiernos autonómicos tienen margen para aumentarlos o reducirlos. De ahí, las diferencias entre comunidades a la hora de aceptar una herencia o comprar una vivienda. A este porcentaje hay que añadir los tributos propios, como son el canon de saneamiento de agua o el recién implantado Impuesto sobre las Estancias Turísticas.
La recuperación económica ha permitido a las Islas incrementar la recaudación de los impuestos cedidos, que en 2016 sumaron un total de 766,97 millones de euros, un 16,26 % más que un año antes. En términos generales, Balears no es de las autonomías que aplican las tasas más elevadas.
Asimismo, la recaudación de los tributos no cedidos, es decir, el IRPF, IVA, Impuestos de Sociedades e Impuestos especiales también aumentó un 15 % el año pasado en comparación con 2015, hasta alcanzar los 3.432,73 millones de euros. Sin embargo, esta cantidad no queda en las arcas autonómicas.
Sistema de financiación
Por contra, en el total de la financiación de las Islas, el peso de los recursos del Sistema de Financiación es uno de los más bajos del Estado, como se aprecia en el gráfico adjunto elaborado por el Cercle d'Economia de Mallorca, entidad que trabaja a favor de un sistema de financiación más justo.
Esta situación se debe, en gran parte, al actual sistema de financiación, que pese a los cambios incorporados en 2009, sigue perjudicando a las Islas. Balears es una de las comunidades que más recauda en impuestos, pero después es quien menos ingresa.