Los usuarios del tren han manifestado su indignación ante la reducción de frecuencias que entra en vigor a partir de este viernes y que supone la desaparición de los convoyes semidirectos desde sa Pobla e Inca. La Associació d'Usuaris del Tren señaló que resulta incomprensible la reducción cuando los vagones van repletos en las horas punta. Añade que los usuarios llevan meses padeciendo las consecuencias de un conflicto laboral que no se arregla, y que ellos son los principales perjudicados. Critica además que los recortes se producen cuando ya se han suprimido otras opciones de transporte público como la del autobús Palma-Inca, que paraba en Binissalem, Consell y Santa Maria.
También el GOB calificó de «inadmisible el retroceso en el transporte público» y consideró que las modificaciones en los horarios ferroviarios representan un «inadmisible empeoramiento del servicio».
Por su parte, el director general de Mobilitat i Transports, Jaume Mateu, reconoció este jueves que la supresión de frecuencias obedece a la falta de maquinistas y a la imposibilidad que supone mantener el servicio como estaba hasta este jueves. Para Mateu, la discrepancia que de momento bloquea el problema es la del doble salario. En el caso de que un empleado promocione y se convierta en maquinista cobraría menos que los compañeros de más antigüedad a causa de los complementos.
El director general señaló que modificar estos complementos corresponde a un nivel administrativo diferente a la Conselleria de Territori, Energia i Mobilitat, puesto, que afectaría a otras empresas públicas del Govern. Según Mateu, ya se habían producido problemas estos últimos días por la falta de personal, lo que ha llevado a tomar esta decisión drástica: «No podemos dar el servicio tal como querríamos», aseguró.
La intención de la Conselleria es poder arreglar el problema lo antes posible, pero para ello es preciso alcanzar un acuerdo con el comité de empresa que permita desbloquear el asunto del doble salario.
Desde el comité de empresa de los trabajadores de los Serveis Ferroviaris de Mallorca se opinó que el Govern responde al conflicto que les enfrenta desde hace meses con una «huelga empresarial».