Bauzá no desfallece a pesar de los pesares. Cuantas más espaldas se le giran, más cabalga hacia la nada. Ha enviado un e-mail a todos los afiliados del PP reclamándoles su voto. Se muestra humilde, casi servil, en su deprimida misiva: «Hola, soy José Ramón Bauzá, seguro que me conoces, y no porque he sido presidente de nuestro partido, sino porque tu y yo somos afiliados». Mayor sencillez y llaneza sólo puede encontrarse en una tumba sin nombre.
José Ramón proclama: «Nuestra candidatura popular es la de las bases, de los afiliados, el partido que todos queremos». Y ensalza las virtudes de «un afiliado un voto» por encima de «cargos orgánicos o públicos» . También afirma: «Queremos un partido democrático. Juntos podemos volver a hacerlo». Por tanto, pide el voto «no por mi», sino «por todos nosotros». Parece el estribillo de una canción de festival de Eurovisión. ¿Pero quienes son estos «nosotros»? Son una entelequia y una ilusión. La realidad es que el cuerpo y el alma del actual PP se ha ido con Company a cara descubierta.
Bauzá concluye reclamando un partido «balear y español, una alternativa real que recupere el poder en 2019». El e-mail es bilingüe, con otra versión en 'mallorquí salat' , todo un alegato cultural-ideológico para marcar distancias de los 'catalanistas'. Seguro que su versión salada no se estudiará en las escuelas e institutos de Balears. Seguro.
Una lectura detenida de una misiva tan simple revela el profundo resentimiento de Bauzà hacia el alud de desprecios que está soportando. La práctica totalidad de lo que fue su entorno está con Biel Company o, como mucho, se ha ido a su casa negándole su apoyo. Lo mismo ocurre con la gran mayoría de los que fueron sus consellers y con el grueso del aparato del partido, Hasta su antaño lealísimo Toni Gómez ha cambiado de bando. E incluso su gran apuesta para Cort, Marga Durán, que fue su carta de relevo de Mateu Isern, se ha ido con Company. El santjoaner tiene un ejército junto a él. Mucha tropa popular está recuperando la ilusión perdida el 2015.
En el e-mail de Bauzá sólo hay clima de travesía del desierto. Mayor impresión de sed, de angustia y de soledad, imposible. Por eso a José Ramón sólo le quedan 'las bases'. Hacia ellos mira, cual espejismo bajo el cegador sol del mediodía. No tiene otro camino, aunque para lograr este apoyo avise sutilmente de que le va a dar la vuelta al PP como a un calcetín, despedazando en vez de construir.
Esa es la diferencia entre Bauzá y sus antecesores en el cargo...Estarás, Verger, Huguet...que cuando dejaron el puesto supieron situarse en una digna segunda línea, asesorando si hacía falta, pero sin ninguna intención de armar una revuelta interna hija del resentimiento personal. Si siempre es un error creerse que un partido es un juguete que se puede montar o desmontar con un manual de tópicos en la mano, mucho mayor lo es cuando se trata del potente PP-Balear, con sus 22.800 afiliados (proporcionalmente tiene más que la Comunidad de Madrid en relación al número de habitantes).
Contra estos molinos las quijotadas de coraza herrumbrosa se vuelven cómicas. Y los primeros que se desternillan de risa pertenecen a esa gente de base, tal vez tímida pero en consecuencia con un instinto muy desarrollado del sentido del ridículo.
En realidad, esta carta es una sublimación de la soledad, un canto triste al aislamiento de jefe que se ha quedado sin huestes y apela al militante anónimo y silencioso. Es una carta escrita junto al precipicio del anonimato. Es ficción, es sombra, es nada.
El e-mail del candidato: «Hola, soy José Ramón Bauzá, seguro que me conoces»
Joan Riera | Palma |