En el PP se hacen muchos números estos días. Nada quedará sujeto a la sorpresa el último fin de semana de este mes, cuando vote la militancia. Los cálculos y análisis que se están realizando en el entorno de la cúpula a partir del «estado actual del partido» y de las extrapolaciones de anteriores votaciones, indican que Biel Company «podría incluso llegar al 75% de los votos y José Ramón Bauzá hundirse en el 25%».
Ahora mismo la extrapolación interna se encuentra en la horquilla 70-75 por ciento para Company y 30-25 para Bauzá. En total el PP tiene 22.800 afiliados, todos con derecho a voto porque no se exige estar al corriente del pago de cuotas para depositar la papeleta en la urna.
«Pero eso es sólo la teoría». En la práctica se espera que voten «poco más de la mitad, conforme a pasadas experiencias». En anteriores confrontaciones, Rosa Estarás y sus regionalistas se impusieron a Carlos Delgado y sus madrileñistas por un 70 a un 30 por ciento. Este resultado se repitió, prácticamente intacto, en 2010, cuando José Ramón Bauzá era el candidato del sector regionalista (al que luego dio la espalda) mientras Delgado repitió su 30%. Ahora el exalcalde de Calvià es firme partidario de Bauzá. «Las vueltas que da la vida», se comenta en el PP.
También en la batalla de Palma, Tito Fiol obtuvo un meritorio 38% frente al poderío rodriguista, que alcanzó el 62%. Estos resultados son ahora extrapolados mientras se desmenuzan las nuevas correlaciones de fuerzas. Como apoyo directo y claro, Bauzá sólo cuenta con el grupo de Delgado (que ya no controla Calvià), algunos segmentos de Marratxí y el esfuerzo de base de Aina Aguiló, que es quien realmente le mueve bases. Pero para fuentes cercanas a la cúpula «se trata de un apoyo claramente insuficiente», inferior a anteriores lances entre regionalistas y madrileñistas.
Y es que Bauzá se ha encontrado con desagradables sorpresas entre grupos que creía controlados o al menos escorados hacia sus intereses. Es el caso de Nuevas Generaciones, que se han declarado neutrales cuando en anteriores ocasiones si se habían mojado. Esta puesta de perfil de la savia joven se interpreta dentro del PP como un cachete político a Bauzá. De hecho, en las primarias de hace siete años Nuevas Generaciones se echó a la piscina de forma clara a favor de Joserra. Ahora, no.
En paralelo, las organizaciones de jóvenes populares de Valencia y Asturias se han manifestado recientemente a favor de uno de los candidatos. José Ramón ha intentado estos últimos meses y de forma desesperada hacerse con el afecto de Nuevas Generaciones como organización. No lo ha logrado.
Tampoco el veterano rodriguismo palmesano forma filas detrás de Bauzá. Prácticamente retirado José María Rodríguez, su antigua mano derecha Paco Frau predica libertad de voto sin desmelenarse por nadie, sin quemarse por nadie. En esta situación, la dinámica escora hacia el vencedor, hacia Company.
Todo se está preparando en el PP para que Biel Company se convierta dentro de poco en el presidente del partido y en candidato a la presidencia del Govern. La maquinaria se mueve implacable a medida que se acerca la cita con las urnas internas. Bauzá ya no sabe donde ir a pescar apoyos, por mucha ayuda que le aporte Aina Aguiló.
Saquen el resultado que saquen, Bauzá se verá obligado a reconocer que parte de los apoyos logrados, por minoritarios que sean, no le corresponden a él, sino a Aina, que a su vez tendrá las manos libres para ir pensando en futuros pactos con los regionalistas. Con Bauzá no quiere pactar nadie. No se fían porque «aún no te has dado la vuelta y ya te ha engañado. Ahora mismo ya no lucha por ser presidente de nada. Pelea contra su propia soledad». dicen en el partido.