Este año será decisivo de cara a conseguir que Palma empiece a dejar de ser la ciudad sucia que es desde hace muchos años. Para ello, desde Emaya se invertirá este ejercicio unos 19 millones en contenedores y camiones de recogida lateral (11,2 millones), maquinaria de limpieza (6 millones) y en los nuevos sistemas de recogida de residuos en el centro histórico (2 millones más).
Entre las medidas que se pondrán en marcha está la de realizar una limpieza en profundidad de las calles de toda la ciudad dos veces al año. Este año se hará una el próximo octubre y a partir del año que viene se realizarán en abril y en octubre.
El plan de mejoras de los sistemas de limpieza también recoge el compromiso de que los barrios del ensanche se limpiarán todos los días y una vez al mes con agua. El objetivo es establecer en todas estas zonas situadas entre las Avenidas y la vía de cintura y algunas que están más allá de las rutas de limpieza diarias (sea manual o con maquinaria), pues ahora estos barrios se limpian en días alternos.
Otra de las medidas previstas es la reposición del 80 % de los contenedores de la ciudad. En concreto, el próximo 24 de abril llegarán las primeras 6.000 unidades (ver foto superior). En un principio se colocarán en Can Pastilla, Arenal y Les Meravelles y en mayo se empezarán a sustituir los contenedores viejos o en mal estado en el Eixample Nord.
Habrá un contenedor nuevo, el de color marrón, para la materia orgánica. Su uso será voluntario, pero se bonificará a las personas que reciclen estos residuos, para ello su apertura se realizará mediante la tarjeta ciudadana.