Un grupo de vecinos de La Porciúncula denuncia las macrofiestas de toda la noche de duración que han empezado a organizar los responsables del Cavart Club. Ya hubo una primera en enero, otra menor hace unos días y para el próximo sábado 4 se anuncia en Facebook una nueva fiesta que empezará a las 23.00 horas y no finalizará hasta las 6 de la mañana. Los residentes tienen previsto llamar a la policía ese día y concentrarse frente al local.
Aseguran los afectados que además de las molestias que les ocasionan estas fiestas y el botellón que se organiza, los promotores de las mismas no tienen los permisos necesarios para organizarlas ni las mínimas medidas de seguridad exigidas por la ley. Así se refleja en la queja por ruidos y vandalismo presentada en el Ajuntament por una de las perjudicadas, Consuelo Martín.
En esta denuncia se alerta de que «el local carece de salidas de emergencia, no está insonorizado correctamente, se producen botellones, vandalismo y movimiento de drogas». Tampoco disponen de electricidad, «por lo que el día de las fiestas llevan un generador », ni medidas de accesibilidad para personas con discapacidad. La denunciante reclama a Cort que se confirme la existencia de permisos para la organización de estos eventos. «Los vecinos no podemos dormir y nos bloquean los accesos», relata otra de las afectadas que prefiere mantener el anonimato. «Nos afectan los ruidos del botellón en la calle y los de la música en el interior, pues el local no está bien insonorizado», añade Consuelo.
Si el Ajuntament no pone remedio, los residentes de esta tranquila zona se temen que lo peor esté por llegar, en verano. Este local se encuentra en unas cuevas que en años pasados acogieron otros locales y que durante mucho tiempo permanecieron cerradas y se convirtieron en un punto de degradación y de trapicheo de drogas.