La Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya) de Palma y la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Govern han firmado este lunes un protocolo de inversiones en materia de saneamiento y depuración, ligado al canon de saneamiento, con el que el Ajuntament de Palma propone destinar 35 millones de euros hasta 2018 en inversiones prioritarias en esta materia.
El conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal y la presidenta de Emaya, Neus Truyol han firmado esta mañana el documento.
Para estos 35 millones de euros, Truyol se ha referido a dos proyectos importantes que se podrán empezar a tramitar este año.
Uno hace referencia a la construcción de un «colector interceptante», una gran cañería de 2 metros de diámetro y 3,2 km de largo, que transcurrirá a 8 metros de profundidad desde las avenidas hasta la depuradora, y que «mejorará la canalización del agua cuando haya fuertes lluvias».
Este proyecto, presupuestado en 18,8 millones de euros, se verá complementado con otro de 7 millones, que consiste en la construcción de un depósito de aguas residuales (de lluvia y fecales) cerca de la misma depuradora, que «retendrá el agua más contaminante para que no se vierta al mar», ya que cuándo llueve, durante la primera hora el agua retiene más componentes orgánicos y contaminantes. Por ello, con esta iniciativa se evitará que «un 70% de estos elementos contaminantes se derramen en el mar».
Además, para el año que viene, a través del canon de saneamiento, Emaya prevé el inicio de una inversión de 7 millones de euros para la mejora de la cuenca y la playa de Palma, con una nueva cañería y una nueva estación impulsora.
Truyol ha subrayado que estas actuaciones tendrán un «impacto positivo sobre el medio ambiente», y que son complementarias en la nueva depuradora que tendría que construir el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, con un presupuesto de 80 millones de euros.
El canon de saneamiento, un impuesto que recaudan los ayuntamientos en la factura del agua, se envía a la Conselleria de Hacienda, desde la cual se destina a políticas de agua vía presupuestaria.
La mayor parte se destina a saneamiento, entendido como la depuración, y el resto a nuevas inversiones, tal como ha explicado la directora general de Recursos Hídricos, Joana Garau, que ha detallado que la Conselleria ha aumentado un 20% las inversiones en mantenimiento mientras que las nuevas inversiones habían quedado «casi abandonadas durante la legislatura anterior».
Por eso, la planificación de Emaya ayudará a hacer «previsiones más esmeradas».
La presidenta de Emaya ha recordado que «durante la legislatura pasada no se invirtió ni un euro en concepto de canon de saneamiento en la ciudad» y que desde el principio de la legislatura «se trabaja conjuntamente entre ambas administraciones para mejorar el ciclo del agua y la depuración, que son objetivos comunes».
En este sentido, ha detallado que la Dirección General de Recursos Hídricos ha abonado 2,2 millones de euros con carácter retroactivo para tareas que se llevaron a cabo la legislatura pasada, a pesar de no disponer del dinero del impuesto, porque eran «urgentes».