El Ajuntament de Palma generó 61.935 toneladas de CO2 con la actividad de la flota de vehículos municipales, la climatización y el consumo eléctrico de sus edificios, lo que representa una huella de carbono de 0,144 toneladas por habitante de la ciudad.
Cort ha incluido estos datos en el Registro de Huella de Carbono, Compensación y Proyectos de Absorción, que gestiona la información de entidades públicas y privadas sobre su impacto en la generación de gases de efecto invernadero.
Según ha informado en una nota de prensa, el consistorio ha calculado que sus emisiones directas de dióxido de carbono alcanzaron en 2015 las 33.229 toneladas, y las indirectas (generadas por el consumo de electricidad en sus instalaciones) las 28.706 toneladas.
En la estimación se han incluido todos los vehículos, las instalaciones de calefacción y aire acondicionado y la energía eléctrica consumida por personal del consistorio y sus empresas y entidades dependientes.
Cort señala que la media de huella de carbono de su actividad por habitante supera al de ciudades como Valladolid, Zaragoza, Santander y Pamplona, lo que pone de manifiesto «la necesidad de continuar con el Plan de Acción de Energía Sostenible (PAES)».