El Consell de Mallorca ha probado este jueves una declaración institucional en la que pide al Govern, al Parlament, al Ajuntament de Palma y al resto de consistorios de la isla que «asuman y defiendan» su propuesta de que Son Sant Joan cambie su nombre por «Aeropuerto Internacional Ramon Llull Palma-Mallorca».
El pleno de la institución insular ha aprobado una declaración unánime en la que señala que poner el nombre del sabio medieval mallorquín, de cuya muerte se ha conmemorado el 700 aniversario, sería una forma de impulsar el conocimiento internacional de su figura a través de la infraestructura principal para el turismo de Mallorca.
«No se trata de un cambio simplemente nominal, sino de presentación global: ayudaría al trabajo que se hace para romper la imagen turística de Mallorca de solo sol y playa, mostrando y demostrando a los que nos quieren visitar y a los que nos visitan que tenemos una cultura riquísima», agregan los grupos del Consell en su manifiesto.
Subrayan el ejemplo de aeropuertos como los de Florencia, Granada y Nueva Orleans, que han adoptado nombres de figuras relevantes de su cultura, como son Américo Vespucio, Federico García Lorca y Louis Armstrong, respectivamente.
«No solo rinden homenajes a los personajes, sino que los utilizan como carta de presentación de sus ciudades y zonas y para romper los falsos tópicos», enfatizan.
La portavoz de MÉS en el Consell, Mercè Bujosa ha destacado que el transporte aéreo constituye la puerta de entrada del turismo y permite la comunicación de la isla, y que el cambio de denominación «le da una importancia capital al aeropuerto», ha informado el partido en un comunicado.
Ha destacado la importancia del legado de Llull, la internacionalidad de la su obra y vida y ha recalcado que dar su nombre al aeropuerto complementa el trabajo de proyección exterior realizado durante el Año Llull.
Bujosa cree que asociar el nombre de la instalación al filósofo mallorquín rompería además «con la imagen turística de una Mallorca solo de sol y playa», mostrando «una cultura riquísima».
En el pleno también se ha acordado la ampliación, con más recursos humanos, de la Agencia de Protección Urbanística, que crecerá en personal y será dotada de más agilidad y solvencia., como «instrumento básico para hacer cumplir la legalidad urbanística en Mallorca, una asignatura pendiente», ha dicho Bujosa, porque desde los ayuntamientos «es más difícil aplicar la disciplina necesaria», por falta de medios y proximidad a los afectados.