Los Castellers de Mallorca se sumaron a la fiesta de Sant Sebastià construyendo tres castillos humanos ante el deleite y la admiración de los espectadores, que se asombraron por la facilidad con que treparon hasta alcanzar el objetivo.
Tras construir un pilar de quatre per sota -casteller sobre casteller hasta cuatro- hicieron tres castillos: un 3 de 6 –el primer número significa el número de castellers que forman el piso y el segundo el número de pisos–; un 3 de 6 amb l'agulla –lo mismo que el anterior pero con una columna humana en medio– y un 4 de 6. Todo ello al son de las gralles y el tabal, que van marcando el ascenso y la culminación, a fin de que los de abajo sepan que el castillo se culmina con éxito. El colofón de la actuación, celebrada en Jaume III, lo puso un pilar de cuatro.