La consellera de Benestar i Drets Socials y la presidenta del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), Margarita Puigserver y el vicepresidente, Javier de Juan, han presentado este lunes a los trabajadores y usuarios de la residencia para personas mayores La Bonanova el proyecto de reforma de la planta 9 de este edificio.
A principios de este mes la consellera firmó el proyecto que cuenta con un presupuesto de 2,4 millones euros y que supondrá una mejora de las instalaciones y una adecuación de las mismas a la normativa vigente.
El objetivo principal de esta reforma, tal y como han explicado los responsables del IMAS a los asistentes, tiene que ver con el compromiso del Consell de reformar y modernizar las residencias y hogares de la institución durante esta legislatura, convirtiendo las plazas existentes y que ya no se utilizan en plazas para personas dependientes, aliviando así la lista de espera.
El vicepresidente De Juan ha explicado que «ahora ha comenzado el proceso de licitación y si todo va bien tenemos previsto que las obras se puedan iniciar antes del verano de este año y que tengan una duración de entre 12 y 18 meses».
La planta quedará dividida en dos alas
Una vez terminada la reforma la planta quedará dividida en dos alas y un espacio central, con zonas comunes que hasta ahora no existían.
Así, el objetivo de esta nueva configuración es hacer de cada una de las plantas de La Bonanova una zona independiente y totalmente equipada con todos los servicios necesarios. Los usuarios dispondrán de un comedor, una sala de estar, dos baños geriátricos, además de una zona para recibir las visitas de los familiares y un espacio destinado a fisioterapia y terapia ocupacional.
Todas las habitaciones dispondrán con salidas de oxígeno y con baño accesible, de manera que todas y cada una de ellas se podrán adaptar a los diferentes perfiles y las diferentes necesidades de las personas dependientes.
A la presentación del proyecto también ha asistido la directora insular de Atención a la Dependencia, Regina Moll y la jefa del servicio de arquitectura del IMAS, Antònia Pizà, que ha explicado los detalles más técnicos.