Una disputa entre el letrado de la Administración de Justicia (los antiguos secretarios) del tribunal que juzgó el 'caso Nóos' y el juez instructor, José Castro, ha desembocado en una discusión telefónica entre ambos plasmada por escrito en una diligencia que ha sido notificada a las partes.
La Sección Primera de la Audiencia ha pedido al juez instructor que le remita la única parte del sumario de ‘Nóos' que conserva: la pieza de responsabilidad civil. Se trata de la parte del caso que refleja las fianzas que han tenido que pagar los acusados y la ejecución de posibles embargos y otras medidas cautelares. Está todavía en poder del instructor que hasta hace unos días ha tomado decisiones en esta parte, como el embargo del piso de uno de los acusados de Valencia. El juzgado ha respondido en varias ocasiones que las piezas no se envían porque no están terminadas.
En ese toma y daca, el letrado de la Administración envió un oficio al juzgado de Castro en el que daba un plazo de cinco días «improrrogables» para que se le enviara la documentación y se advertía con posibles responsabilidades. El tono duro del escrito no gustó nada en el Juzgado de Instrucción 3. Cuando se venció el ultimátum, el letrado llamó por teléfono. Según refleja en la diligencia fechada el pasado cinco de enero: «Puesto en contacto telefónico con el Iltre. Sr. magistrado-juez D. José Castro Aragón, se me ha manifestado ‘falta de cortesía procesal' y otros calificativos hacia mi persona». El tono de la conversación fue tenso y, antes de esa alusión a la falta de cortesía, por parte del letrado se volvió a exigir al magistrado el envío inmediato de los documentos.