El Ajuntament de Palma llevará al próximo pleno del 26 de enero la aprobación definitiva de la nueva ordenanza municipal de limpieza, desechos y residuos sólidos urbanos que, como medidas novedosas, contempla la prohibición de vidrios en las playas y la distribución de bolsas de plástico de un solo uso en todas las actividades comerciales de la ciudad, como las farmacias, y en las administraciones públicas.
Asimismo, el nuevo reglamento endurece las sanciones ante actuaciones incívicas, que se elevan hasta los 3.000 euros en el caso de las faltas grave, y prohíbe depositar y recoger vidrio de los contenedores entre las 22.00 y las 10.00 horas «para evitar las molestias de ruido a los vecinos», tal y como ha explicado la portavoz de Cort, Neus Truyol, en rueda de prensa posterior a la junta de gobierno municipal.
La portavoz del equipo de gobierno ha aseverado que la nueva normativa «facilitará el reciclaje de residuos y la recogida selectiva», incide, también, en la educación ambiental e introduce la «priorización de residuos», aspectos que «mejoran la manera sustancial la actual ordenanza».
Truyol ha añadido que entre los objetivo principales que se persiguen está la adaptación a la legislación estatal y a las directrices europeas, así como lograr la «implicación de la sociedad en los temas de reciclaje y limpieza».
El fomento de la reutilización «para dar una segunda vida a los objetos» y facilitar la lucha contra situaciones incívicas y malas prácticas, son otras de las finalidades del cambio de normativa, ha indicado la portavoz de Cort.
En cuanto al aspecto relativo de la prohibición de distribuir de bolsas de plástico de un solo uso en los comercios, Truyol ha apuntado está previsto la elaboración de un «plan de transición» con los sectores implicados de cara a facilitar la implantación de la nueva exigencia.
La futura ordenanza de limpieza modifica las sanciones actuales e incrementa las cuantías de las multas, que se elevan hasta los 3.000 euros por abandonar residuos peligrosos en la calle.
Así, en el caso de las sanciones leves, que antes eran de entre 30 y 300 euros, podrán llegar ahora hasta los 750 euros (por ejemplo, abandonar un trasto fuera de hora). En relación con las graves, antes la cuantía era de entre 300 y 900 euros y ahora, entre 750 y 1.500 euros y, en referencia a las muy graves, antes eran de entre 900 y 1.800 euros y ahora, entre 1.500 y 3.000 euros (por ejemplo, dejar una nevera en la calle por tratarse de un residuo peligroso).
Truyol ha explicado que en total se han presentado 13 alegaciones -10 corresponden a entidades y 3 a particulares-, y se han estimado «de manera total o parcial» 10 de ellas.
Al respecto, ha precisado que las alegaciones que se han incorporado al documento hacen referencia al incremento de las obligaciones de carácter preventivo de residuos, a la ampliación horario de la prohibición de recogida de vidrio y al uso de las bolsas de plástico de un solo uso.