El Ajuntament de Palma ha presentado un proyecto al programa Life 2014-2020 de la Unión Europea para obtener financiación con la que convertir el tramo final del torrente de sa Riera en un corredor verde que refrigere la ciudad y permita al núcleo urbano adaptarse al cambio climático y mitigar sus efectos.
El teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Urbanismo y Vivienda Digna, Antoni Noguera, ha defendido que «las ciudades que no traten el cambio climático como un problema se convertirán en inhabitables», razón por la que Cort ha presentado este proyecto presupuestado en 3,8 millones de euros, de los que el ayuntamiento debería aportar 1,3 y que se decidirá en octubre de 2017.
El director general de Vivienda y arquitecto municipal, Francisco Cifuentes, ha explicado que entre las medidas que contempla el proyecto «Cooling line green» figura la plantación de unos 4.000 árboles y actuaciones en el torrente de sa Riera que conservará su lecho de hormigón, pero tendrá paredes de pedra en sec en los laterales, para que sea poroso.
Los estudios realizados calculan que estas medidas permitirían bajar la temperatura entre 3 y 4 grados en el entorno del torrente.
Noguera ha insistido en que en Palma ya se están notando los efectos del cambio climático, como demuestra la intensa sequía sufrida a lo largo de todo este año, seguida de cinco días «de lluvias brutales» en diciembre, y ha asegurado que «la ciudad debe reaccionar y plantear proyectos de horizonte para aminorar esos efectos».