El presidente de la Federació d'Associacions de Pares i Mares (FAPA Mallorca), Vicenç Rodrigo, declaró este jueves, sobre la expulsión temporal de siete alumnos del colegio San Cayetano tras raparse la cabeza, que «las normativas de los centros docentes están para cumplirlas. Podemos compartir o no la norma de no poder ir al colegio con la cabeza rapada, pero si se asiste a ese centro, hay que cumplir sus normas. Si éstas no gustan, está la opción de no ir».
Rodrigo añade que «por lo que he podido saber, parece que se entabló una especie de pulso entre las dos partes, un grupo de alumnos y algunos responsables del centro. Tal vez no sea la mejor manera de resolver un conflicto. Quien tiene más fuerza, en este caso los responsables del centro, deben tener más sentido común y podrían haber hablado con las familias antes de que se produjera este episodio».
Una madre de los alumnos expulsados tuvo ayer una reunión con una tutora, quien dijo que los alumnos habían sido advertidos la semana pasada de que no podían afeitarse la cabeza y, aun así, lo hicieron. Por ello, desde el colegio se asegura que el rapado no fue la causa de la expulsión, sino la actitud desafiante y provocadora de los alumnos, quienes pensaron que si los rapados eran varios, el centro no se atrevería a expulsarlos.