Los movimientos sociales piden valentía a la clase política y anuncian que continuarán su lucha pese a los reproches, por mucho que gobiernen «los suyos». Este mensaje, claramente inconformista, resume el sentir de los representantes de los docentes, ecologistas, estudiantes y activistas per la llengua que participan este fin de semana en el XXX Seminari Blanquerna.
El salón de actos del hotel Platja Daurada de Can Picafort acoge el seminario, que recupera el formato original de residencia para evaluar el primer año de gobierno de izquierdas, reflexionar sobre el municipalismo, los movimientos sociales y la identidad.
Con un centenar de oyentes (entre ellos el conseller de Medi Ambient, Vicenç Vidal, diputados como David Abril, Bel Busquets y Toni Reus y consellers electos como Mercè Bujosa y Lluís Apesteguia), las jornadas se iniciaron con un baño de realidad a partir de las 10.00 horas.
Críticas
Al debate, relativamente light de la mañana le siguió pasadas las 16.00 horas la reflexión sobre El paper dels moviments socials davant un govern d'esquerres. Los ponentes Jero Bonnín (Assemblea de docents), Arnau Matas (investigador y activista), Maria Suau (GOB), Caterina Cayelles (activista per la llengua) y Aina Quintana (SEPC) lanzaron un grito unánime a favor del activismo y en contra de la institucionalización de los movimientos sociales.