En el PP Balear no se creen, «ni en pesadillas», que José Ramón Bauzá alcance su objetivo de ser ministro. Pero andan moscas al verle «pegado como una lapa» al ministrable catalán Xavi García Albiol. Han hecho «discretos tanteos» por los aledaños de la calle Génova y ya se ven venir una posibilidad: que Albiol pesque un buen Ministerio y le dé a Joserra la pedrea de una Secretaría de Estado. Podría ser la de Turismo, pero «caben otras posibilidades». Lo seguro que es Bauzá parece ahora mismo una cataplasma de Xavi. Y «cuando hace estas cosas es porque espera algo. Éste no da puntada sin hilo».
Lo muy probable es que Rajoy necesite a Xavi (o a algún otro catalán de su perfil). El exalcalde de Badalona es duro como la proa del Queen Mary cuando se trata de combatir a los actuales dirigentes de la Generalitat. Mariano precisa de un elemento bregado en la pelea antiindependentista en su nuevo Gobierno a punto de formar. Albiol puede asumir este rol sobre todo si, como apuntan todos los indicios, Jorge Fernández Díaz, azotado por el escándalo de las grabaciones en su despacho (que ni siquiera ha denunciado a los tribunales), toma las de Villa Diego por cuestiones obvias. Y Joserra se ha olido la jugada, «por eso su Twitter parece ultimamente el jardín de Albiol, con Alicia Sánchez Camacho a su lado».
De esta manera, en el PP balear se temen que Bauzá «puede conseguir enchufarse» al pelotón de combate del badalonés. El cacao que armó con el trilingüismo en Balears le avala. Tal currículum produce sarpullidos en el Archipiélago, pero mola al otro lado del charco. A la tropa balear regionalista le preocupa que Bauzá pudiese utilizar su hoy por hoy todavía hipotético peso en Madrid para armar un follonazo en el próximo congreso balear, que será clave. Todavía no tienen claro cuando será la gran cita, pero calculan que el nacional podría celebrarse en febrero, lo cual derivaría el del Archipiélago a mayo o junio (si no hay nuevas elecciones). Hay confusión sobre lo que pasará. El regionalismo apuesta claramente por Biel Company como presidente, pero todos tienen presente que Madrid podría meter cuchara y exigir a alguien de consenso. Y ese alguien no es otro que el actual mariscal de campo, Miquel Vidal. Que no afirma nada, ni niega nada, pero que ya hace un montón de tiempo que exhibe el penacho presidencial cuando en realidad le eligieron para media docena de meses.
Pero eso es avanzarse mucho. Los ojos están puestos ahora en los madriles y en la formación del nuevo Gobierno Rajoy. Existe la certeza de que Bauzá no será ministro...pero cuando llegue el turno de la pedrea de los cargos inferiores «todo es posible». Si Albiol va a Industria, Bauzá se vestirá de Federico el Grande si es preciso para ser secretario de Estado de Turismo.Y si Albiol va otro sitio (¿Interior?) tal vez de veamos en otra trinchera de relumbrón y...de mucho poder. En Palau Reial parecen gatos bajo un coche, fingiendo despreocupación pero sin perderse ni el más mínimo detalle de lo que está pasando. Se asemejan a mininos dormisqueando, pero tienen las uñas preparadas.