El Bisbat de Mallorca no prevé el cierre de más conventos en la Isla, después de que el repentino fallecimiento de la abadesa del monasterio de las hermanas concepcionistas de Sineu haya acelerado la marcha de la dos religiosas que quedaban en el Palau dels Reis de Mallorca, cedido por Felipe II a esta orden en 1583.
Según el delegado diocesano de Vida Consagrada, Bartomeu Pont, las comunidades de clausura se encuentran «estables» y, hoy por hoy, ninguno de los ocho monasterios de clausura que quedan en Mallorca tiene visos de correr la misma suerte que el de Sineu.