El primer año en el que llegaron a Mallorca medio millón de pasajeros por avión fue 1958 y aterrizaron en Son Bonet, muchos años después de que el primer vuelo entre la Península y la isla, del que se cumple ahora el centenario, aterrizara en una playa, según han recordado hoy en una conferencia doble.
El presidente de la Fundación Aeronáutica Mallorquina, Miquel Buades, ha sido el encargado de homenajear el «Centenario del primer vuelo Península-Mallorca», en el marco de un ciclo de conferencias organizadas por el departamento de Participación Ciudadana y Presidencia del Consell de Mallorca.
El vicepresidente y conseller de Participación Ciudadana, Jesús Jurado ha presentado la charla señalando que «el desarrollo de Mallorca, tanto económico como social, va muy ligado al transporte aéreo que permitir la llegada del turismo».
Buades ha recordado el primer vuelo desde la Península, realizado por Salvador Hedilla entre Barcelona y Mallorca el 2 de julio de 1916 durante la carrera de la «Copa Mediterráneo «.
Cuando se aproximó a la isla, al ver la gran presencia de gente que había en la pista de aterrizaje improvisada, decidió modificar su dirección para aterrizar sin peligros en la playa del Arenal. Allí le ayudó el payés Lucas Vanrell que trabajaba en su campo de trigo.
«Entonces la carrera de aviones se convirtió en una carrera de coches con todas las autoridades y curiosos que querían dar la mano al valiente aviador», ha relatado Buades.
El ingeniero Luis Utrilla ha comentado por su parte la valentía de los pilotos civiles que iniciaron el transporte aéreo internacional llevando correo y medicamentos.
Utrilla ha explicado que el transporte aéreo empezó a consolidarse como medio de comunicación en los 50 y en 1958 Son Bonet alcanzó por primera vez los 500.000 pasajeros.
En pocos años se aumentó el número de turistas. En 1943, los turistas que llegaban a Mallorca por vía aérea apenas llegaban al 1,2 %, mientras que en 1950 el porcentaje superó el 30 % del pasaje.
El tráfico en Son Sant Joan se multiplicó en los 90, al pasar de 11 a 14 millones de pasajeros en cinco años, una progresión que no ha parado hasta la actualidad.