La entidad conservacionista Terraferida ha denunciado este miércoles ante la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca la destrucción de 7 hectáreas de la zona protegida del Barranc de Xorrigo, «sepultadas por los escombros de la construcción del nuevo centro comercial Fan-Mallorca».
Terraferida ha presentado una denuncia ante la Conselleria y el Ajuntament de Palma por la «destrucción casi total» de 7 hectáreas del Área Natural de Especial Interés (ANEI) del Barranco de Son Gual-Xorrigo, protegida por la Ley de espacios Naturales desde el año 1991, ha informado la asociación en un comunicado.
El lugar afectado se conoce como Son Olivaret y, según Terraferida, hasta ahora era una zona con valores ecológicos y paisajísticos notables.
El vertido se ha realizado sobre una zona de mosaico natural de pinar, acebuche y monte con espacios abiertos, incluido el Torrent de Son Olivaret, gravemente afectado. El punto del vertido se sitúa a 1 kilómetro de s'Aranjassa y está junto a la urbanización de Son Oliver, concretamente en la parcela 261 del polígono 50.
«Este espacio natural ha quedado sepultado casi por completo por miles y miles de toneladas de escombros», de manera que hay zonas donde «se acumulan hasta 2 metros de altura».
Terraferida calcula que el vertido es de entre 75.000 y 100.000 metros cúbicos de escombros, el equivalente a entre 3.700 y 5.000 camiones y advierte de que probablemente sea «el vertido ilegal de residuos de mayor volumen registrado nunca en Mallorca».
Por información de los vecinos de la zona, la entidad achaca el vertido a la construcción del centro comercial recientemente inaugurado, cuyos escombros tenían que ir a la cantera de Son Delabau, en Llucmajor, con proyecto de restauración aprobado.
Según Terraferida, «esta cantera sólo acogió una ínfima parte de los residuos, mientras que la parte más importante, se vertía dentro del espacio protegido de Son Olivaret».
La entidad asegura que, según los vecinos de Son Olivaret, agentes de la Conselleria de Medio Ambiente visitaron la zona en julio de 2015 y, posteriormente, los explotadores de la parcela solicitaron un «cambio de cultivo» a la Conselleria, para amparar el vertido de residuos extraordinario.
En fechas recientes, el propietario ha vertido tierra sobre los escombros «intentando tapar un desastre ambiental que podría constituir un delito grave».
De acuerdo con la Ley 1/1991 de Espacios Naturales de las Illes Balears, los terrenos considerados ANEI no se pueden destinar a actividades que impliquen su transformación ni que lesionen sus valores paisajísticos.
Terraferida ha pedido a las administraciones que se investigue si los responsables de la construcción del FAN-Mallorca sabían que los residuos de la obra iban a parar a un espacio protegido en vez de a una cantera autorizada. Han reclamado que se actúe con contundencia y se ponga el caso en manos de la Justicia.