El obispo Sebastià Taltavull llegó este viernes a Mallorca, con discreción, procedente de Barcelona, y en la terminal no le esperaban ni el obispo saliente, Javier Salinas; ni los vicarios generales, Antoni Vera y Nadal Bernat, provicario.
Fue recibido por el presbítero Josep Roca, secretario del Obispado; y José Toledo, portero de cal Bisbe, que lo trasladaron directamente al Palau Episcopal.
El prelado menorquín, nombrado por la Santa Sede para enderezar el rumbo de la Diócesis, sabe que le espera una ardua tarea de diálogo, restañar heridas y recuperar consensos para alcanzar su principal objetivo: pacificar la Iglesia de Mallorca. Para ello, durante estos próximos días, se reunirá y consultará con todos los sectores diocesanos antes de adoptar cualquier decisión.
Taltavull permanecerá en Palma hasta el próximo martes. Su agenda prevé reunirse este sábado con el Colegio de Consultores. Después de la misa de despedida del obispo Javier Salinas, que acogerá la Catedral de Palma este sábado a las 11 horas, tomará posesión como administrador apostólico en el Palacio Episcopal ante los diez presbíteros que integran el Colegio de Consultores, cuya composición fue renovada por el obispo saliente en julio pasado.