La nueva ordenanza de terrazas de Palma será más restrictiva que la actual. Así, se incrementará la distancia entre las terrazas y el mobiliario urbano, pasos de cebra, fachadas de monumentos y entradas de edificios públicos, pasando de los dos metros actuales a tres, como mínimo.
Esta medida, promovida por la Federació d'Associacions de Veïns de Palma, puede suponer la desaparición o reducción de muchas terrazas. Nos obstante, la teniente de alcalde de Funció Pública, Aurora Jhardi, asegura que no habrá una reducción «drástica» de terrazas. «No queremos eso porque hablamos de intereses económicos de nuestros vecinos y yo no voy a olvidarlo».
No obstante, precisa que «tengo que atender a que hay partes de la ciudad por las que no se puede pasar ni caminar».
Otra medida de la Federació aceptada por el Pacte es la de prohibir los cerramientos a las nuevas terrazas; los ya existentes se quitarán de forma progresiva para que los restauradores puedan recuperar la inversión realizada.
«El criterio general de la Federació es defender los intereses generales de los ciudadanos, en este caso incrementando el espació público para ellos», sostiene el presidente de la citada entidad.
Jhardi pretende que la nueva ordenanza esté aprobada en el primer trimestre de 2017. Las reuniones con las partes afectadas se reanudarán en septiembre y uno de los puntos que se abordarán es una posible subida de las tasas a las terrazas y de las sanciones, aunque aún no hay nada decidido.