El juez Pedro Barceló podría convertirse en el primer Síndic de Greuges de Balears –el equivalente balear al Defensor del Pueblo– si prosperan las negociaciones que mantienen desde hace días los partidos de la izquierda balear.
El juez ya ha mantenido un primer encuentro con la presidenta del Govern, Francina Armengol, y también se ha reunido con la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, pero no hay nada cerrado a la espera de que los partidos se sienten oficialmente el próximo mes de septiembre, una vez finalizadas las vacaciones, para negociar el acuerdo.
Lo que sí es firme es la intención de acelerar al máximo el nombramiento del Síndic de Greuges de es, una figura creada por ley en el año 1993 que, sin embargo, no se ha desarrollado jamás por la incapacidad de los partidos de proponer un nombre al gusto de todos.
Para la elección del futuro Síndic de Greuges se requiere el voto de dos tercios de la Cámara, lo que obliga a llegar a acuerdos amplios entre las formaciones políticas. Por ese motivo, la izquierda quiere que en la elección de Barceló se sumen también los tres partidos de la oposición, es decir, PP, PI y Ciudadanos.