Pedro Sánchez le volvió este jueves a dar el guantazo a Rajoy, ahora que ya hay inminente fecha de investidura y le dijo que le endosaría un contundente «no» tanto para que sea presidente del Gobierno como a los presupuestos del PP. Lo hizo en Ibiza, junto a Francina Armengol. El el PSIB afirman que «a estas alturas no hay casualidades». La presencia de Sánchez junto a Francina fue «todo lo simbólico que se quiera interpretar». Armengol es la dirigente socialista que con más convicción ha expresado que al PP ni agua salada y que Sánchez debe buscar en Madrid un «pacto a la balear», es decir, con podemitas y nacionalistas.
Y Sánchez se situó junto a la presidenta balear y en su territorio a la hora de la verdad, cuando buena parte de la Prensa madrileña le empuja a abstenerse para que Rajoy sea presidente. Sin embargo, en las Islas la situación se ve de otra forma. El diputado Pere Joan Pons considera que «por primera vez vemos a Rajoy actuar sin red desde el momento en que haya decidido acudir a la investidura empujado con Ciudadanos. Ha abandonado su actitud defensiva, que es lo que lo dilataba todo.
De esta manera, Sánchez, en un ambiente balear, ha visto como el panorama ha cambiado. Desde la distancia y entre un ambiente político propicio, ha lanzado el mensaje de que no se supeditará a presiones y que va a convertir la investidura en una derrota de Rajoy. «A partir de ahí, podrían explorarse nuevas posibilidades. No hay que adelantar acontecimientos. Hay que ir paso a paso», afirma Pere Joan Pons.
En todo caso, todo el baile organizado por el PP en torno a la posibilidad de que haya elecciones el día de Navidad no asusta a los socialistas. «Esto son trucos que se vuelven en contra de los que los promueven. Quieren crear un ambiente de que o se Rajoy sale elegido presidente o la gente se quedará sin turrón, pero los ciudadanos son mucho más inteligentes que todas estas jugadas».
La consigna socialista es en estos momentos «ir paso a paso y no adelantar acontecimientos». No quieren entrar en posibilidades como conseguir que Rajoy arroje la toalla tras su frustrada investidura y aceptar otro candidato del PP más dialogante y menos lastrado por la prepotencia y los escándalos del pasado. «Hay que ver lo que ocurrirá después de que Rajoy no salga investido». ¿Quiere ello decir que ya hay conversiones avanzadas subterráneas con Podemos y negociar la abstención de los nacionalistas catalanes y vascos? El PSOE madrileño, calla, El PSIB balear, sonríe.