La polémica diputada Aina Aguiló acaba de suma otros cinco años ‘de condena' a los cinco años y diez meses de suspensión de militancia del partido. La sanción se debe en esta ocasión al ‘caso Pepito Grillo' una cuenta de Twitter creada bajo este seudónimo y que en el PP creen que era la propia Aguiló.
Desde esta cuenta, Pepito Grillo se dedicaba a criticar a compañeros de la formación y a alabar a la propia Aguiló, pero el uso automático de una aplicación hizo sospechar a los dirigentes del Partido Popular que Pepito Grillo y Aina Aguiló eran la misma persona.
Esta última sanción supone que Aguiló quedará apartada del Partido Popular hasta el años 2026 ya que los cinco años se suman a otros cinco años con los que fue sancionada por unas declaraciones realizadas a diversos medios de comunicación en las que cuestionaba el papel del presidente del comité de conflictos.
Una sonada pelea en la cena de Navidad del partido con el entonces secretario general del PP balear, Andrés Ferrer, le costó otros diez meses de suspensión.