Can Baró, situada en el número 6 de la palmesana calle Andrea Doria, finalmente ha sido demolida. Con esta destrucción acaba un proceso largo y doloroso para ARCA, la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics.
Esta entidad alertó en abril de que el edificio, atribuido al arquitecto Gaspar Bennazar, corría «peligro». También criticó la «insuficiencia» del catálogo municipal de patrimonio, sin actualizar desde 1998. Además, denunció que los motivos de la demolición eran económicos: «La edificabilidad del terreno es grande y el derribo supone muchas ganancias».
Can Baró engrosa la larga lista de edificios con valor patrimonial demolidos en Mallorca sólo estos últimos meses. Can Bibiloni, en la calle Aragó, o la Casa Génova, donde vivió el músico Manuel de Falla, son ejemplos de la estanqueidad de los procesos de inclusión en el catálogo municipal de patrimonio de Palma.