La comisión insular de Patrimoni Històric tendrá que decidir de nuevo si el monumento al crucero Baleares de sa Feixina tiene el interés patrimonial, histórico o artístico para ser protegido como bien de interés cultural o bien catalogado. El Consell ha decidido estimar el recurso de alzada que presentó la Associació de Veïns i Amics de Santa Catalina contra la decisión de la comisión del pasado diciembre de no abrir un expediente para la declaración de protección del memorial. La decisión del servicio de Patrimoni Històric no es, por lo tanto, proteger el monumento, sino la apertura de un expediente para debatir si debe catalogarse o no (algo que afectaría a los planes del equipo de gobierno municipal, que anunciaron su derribo nada más llegar a Cort y que han tenido que paralizar la licitación del proyecto mientras se resolvía el recurso).
El jefe de servicio de Patrimoni Històric del Consell se basa en el informe de ICOMOS (el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos, un organismo ligado a la Unesco) que presentó la asociación vecinal cuando registró su recurso. Según el Consell, «la Administración que tiene que velar por la protección del patrimonio no puede, de ninguna manera, dejar de lado, sin más, los informes y las opiniones de un organismo de máximo prestigio internacional».
El Consejo defiende que «el conjunto del monolito y su entorno debe calificarse como de interés general» y el jefe de servicio de Patrimoni Històric, Miguel Barceló, recuerda en su escrito que «las administraciones tienen que ser cautelosas a la hora de tomar decisiones, sobre todo de carácter irreversible, que puedan poner en peligro nuestro patrimonio histórico». A partir de ahora, la institución insular tiene un año para resolver el expediente y decidir si permite al Ajuntament continúa con el proceso de demolición o si, en cambio, protege el memorial, algo que podría suponer la paralización el derribo.