El forense Javier Alarcón descarta en el estudio médico-legal realizado entre 64 controladores aéreos de Balears, y ordenado por el juez, que los motivos alegados por ese colectivo para abandonar sus puestos de trabajo en diciembre de 2010 justifiquen «un cuadro de patología general susceptible de provocar síntomas exclusivos» en esos trabajadores. Con ello, descarta la posible existencia de una «epidemia masiva» que justifique las bajas.
El forense realizó una exploración psicofísica y test psicométricos en función de los síntomas alegados por los trabajadores. Los resultados recogidos en 322 folios ya forman parte del sumario de la causa abierta en 2011 contra los controladores aéreos de Balears por un supuesto delito de sedición al parar el tráfico aéreo y dejar en tierra miles de pasajeros. Este caso fue archivado por una jueza al no apreciar indicios de delito en la conducta de los profesionales que dirigen el tráfico aéreo, pero la Audiencia de Palma lo reabrió.
El juez solicitó que se determinara la posible existencia de «una explosión epidémica» entre los controladores que causaron baja. El forense no se pronuncia sobre la posibilidad de que hubiera existido una «simulación de síntomas» entre los trabajadores.