La Gerència d'Urbanisme aprobará este martes proponer la protección de 200 edificios y enclaves de Palma, así como la suspensión de licencias a los mismos, que no podrán hacer obras que afecten a la estructura. El objetivo es evitar posibles demoliciones o cambios importantes antes de su protección. Algunos de los elementos que Urbanisme propone proteger son la Plaça de les Columnes, el edificio del Palau de la Premsa, possessions de los barrios periféricos y casas de barriadas como Joan Miró.
El objetivo es incluirlos en el catálogo municipal, que no se revisa desde 1998, para evitar la demolición de edificios emblemáticos como ha ocurrido con Can Bibiloni o la casa de Falla.
Urbanisme trabajará durante un año en la redacción de las fichas de cada elemento que se propone proteger para saber el grado de protección que requiere cada uno de ellos, desde la fachada hasta todo el conjunto.