Los tres detenidos en Palma y Santa Ponça en una operación contra la mafia georgiana ingresaron este jueves en prisión tras declarar en Madrid ante el juez de la Audiencia Nacional que se encarga del caso. También se ha dictado prisión provisional para los detenidos de la misma trama en Málaga.
Los sospechosos son investigados por liderar desde la Isla un grupo organizado que se dedicaba al contrabando de alcohol, tabaco y fármacos desde países del este de Europa. Fueron arrestados el pasado martes en una operación de la Guardia Civil y después trasladados a Madrid para comparecer ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6. La organización se abastecía en el mercado negro de países como Rusia, Rumanía, Moldavia o Bulgaria.
Allí se hacían con mercancía por la que no pagaban impuestos, ni aranceles ni tampoco pasaban controles de calidad. Luego las distribuían de forma ilegal en la Unión Europea, para lo que utilizaban Bélgica como almacén. Desde allí empleaban empresas controladas por testaferros para distribuir el material.
El grupo era además especialmente violento: en caso de que los pagos no se realizaran en el plazo previsto no dudaban recurrir a la extorsión y a las amenazas.