Internet ha revolucionado el mundo del turismo y la forma en la que unos ponen a disposición del público sus plazas de alojamiento y otros toman decisiones de compra, a menudo en base a las valoraciones y experiencias de clientes que perciben como parecidos a ellos.
Uno de los factores determinantes en este proceso es la reputación online, entendida como el reflejo del prestigio de una determinada persona o marca en el medio digital. En este terreno, la industria turística isleña también es aventajada.
Así, según concluye un reciente estudio del buscador de precios Trivago a partir de 220 millones de opiniones de usuarios procedentes de más de 250 portales de reserva, Mallorca acumula hasta tres puntos de su litoral entre las diez localizaciones más destacadas y mejor valoradas, en un análisis de los ochenta principales destinos de playa, que cuentan con los hoteles con mejor nota del país.
Por contra, el archipiélago balear muestra las valoraciones más dispares con destinos con excelentes puntuaciones, como los tres que aparecen en las primeras posiciones, y otros, con una baja reputación online, como es el caso del Arenal, el destino con la peor puntuación del ranking.
En este caso también resultan destacables las diferencias en cuanto a volumen de opiniones. Así por ejemplo, Platja de Palma recoge un gran número de comentarios, la mayoría no muy favorables. Este caso aplica exactamente de forma inversa a la Colònia de Sant Jordi, con muy pocas reacciones pero con notas, por lo general, brillantes.
En el plano nacional y detrás de Platja de Muro, destacan los alojamientos de la zona norte del país, entre los cuales despuntan Hondarribia (Guipúzcoa) y Ribadeo (Lugo).