La Asociación del Pequeño y Mediano Comercio de Mallorca, Pimeco, ha reclamado este sábado a todos los partidos y coaliciones que se presentan en Baleares a las próximas elecciones generales que deroguen todas las medidas que se han tomado desde las Cortes Generales las dos últimas legislaturas «que han perjudicado al pequeño comercio» y ha denunciado una «invasión» de las competencias autonómicas por parte del Gobierno.
Según ha asegurado Pimeco en una nota de prensa, estas medidas «han llevado al vaciamiento de las competencias autonómicas y por el otro la liberalización radical en la instalación de grandes establecimientos comerciales y de horarios comerciales».
En este sentido, la patronal ha indicado que aunque los poderes públicos de Baleares hagan mención a «facilitar la supervivencia y mantenimiento del comercio tradicional y singular, arraigado en la población y de miles de comerciantes que viven y trabajan en nuestras islas», «nada se podrá hacer si se mantiene la canibalización de las competencias autonómicas por parte del Gobierno de España».
Por este motivo el presidente de Pimeco, Bernat Coll, mantendrá reuniones la próxima semana con los candidatos de las principales formaciones que se presentan a los comicios para que asuman las reivindicaciones de los pequeños comerciantes.
Desde Pimeco han recalcado que el comercio al por menor, «independiente, urbano y tradicional, es aquel micro o pequeño comercio, muchas veces de negocio familiar, que encaja dentro de la trama urbana consolidada, que no ejerce presiones sobre el suelo urbanizado destinado a otros usos y en ningún caso se instala en suelo rústico o no urbanizado».
El presidente de Pimeco ha explicado que «a estas alturas, este modelo de comercio mediterráneo es insostenible y de corto vuelo, dentro del marco de legalidad impuesta a los Estados miembros de la Unión Europea a raíz de la interpretación hecha en España de la Directiva de Servicios, conocida popularmente como Directiva Bolkestein».
Esta normativa «fundamenta su aplicación bajo el criterio de libertad radical de establecimiento de todo tipo de comercios sin ninguna barrera de entrada, salvo la existencia de razones imperiosas de interés general, como ha subrayado Coll».
Además, Pimeco ha denunciado una invasión del Gobierno de España sobre las competencias alcanzadas por las CC.AA. en materia de comercio interior.
A nivel local de Baleares Pimeco mantiene que la presión urbanística y los intereses privados «han propinado la dispersión territorial del comercio al por menor más allá de la trama urbana de los municipios».
«La instalación y asentamiento del comercio minorista en zonas rurales y los mal llamados polígonos industriales, han ocasionado graves externalidades negativas de carácter económico, energético y medioambientales sobre el territorio ya su vez costes para los ciudadanos», ha añadido Bernat Coll.
Según ha criticado, los planeamientos urbanísticos de los municipios de Mallorca prevén la posibilidad de instalar una superficie comercial total, hasta 7,5 millones de metros cuadrados dentro de los planes parciales aprobados y más de 8 millones en los planes parciales en fase de aprobación.
Eso «nos lleva a estimar una oferta de sol de disposición comercial en Mallorca de más de 15 millones de metros cuadrados», lo que Coll ha calificado como «una auténtica locura, que de desarrollarse en sólo un 20%, duplicaría la superficie comercial instalada en la actualidad (unos 3 millones de m2)».
Además, Pimeco ha protestado porque «los ayuntamientos han permitido vía urbanismo a la carta, por una parte una concentración en torno al municipio de Palma y una dispersión en suelo no urbano en otros municipios de Mallorca, aprovechando la trama viaria interurbana».
«Tan sólo la crisis económica que padecemos ha hecho posible una contracción del precio del suelo en el alcance del uso comercial, aunque ante el gran número de viviendas construidas y sin comprador, los promotores inmobiliarios han dirigido la mirada hacia la promoción de grandes centros comerciales», han añadido desde Pimeco.