La Asociación de Comerciantes del Born ha cifrado en un 80 % el descenso de la facturación de los empresarios de la zona por el cierre de las terrazas durante 20 días con motivo de la Feria del Libro y ha exigido al Ajuntament de Palma que no les deje al margen de los eventos que se organicen en el paseo.
Los empresarios han pedido al consistorio que siga dinamizando el emblemático paseo del centro de Palma pero que les tenga en cuenta para no perjudicar sus negocios como ha ocurrido durante la feria que ocupó el Born durante diez días y supuso otros diez de montaje y desmontaje, algo que han calificado de «abusivo» en un comunicado.
Para algunos restauradores del paseo la celebración de la Feria del Libro ha supuesto un cierre temporal, como en el caso del Café Des Born, que ha cerrado y ha dado vacaciones forzosas a sus empleados, porque al ser un local pequeño, la terraza supone «casi el cien por cien del negocio», ha explicado el propietario, Liberto Torres.
«Valoramos la situación, hablamos con los empleados y decidimos cerrar pese al gran perjuicio que esto supone a principio de la temporada alta», se lamenta Torres.
La vicepresidenta de la Asociación de Comerciantes de la zona y portavoz de la plataforma «Sí al Born», Carolina Domingo, ha dicho estar a favor «de la feria del libro y de todos los eventos que se puedan hacer en el paseo» pero sin que les dejen «al margen».
«Queremos que se cuente con nosotros porque al fin y al cabo durante todo el año sufrimos la temporada baja, que es muy dura, para que luego llegue la temporada y nos cierren de la manera que nos han cerrado durante estos 20 días», ha protestado Domingo, quien ha recalcado que los restauradores «pagan todos sus impuestos todo el año, dan trabajo y se les debe tener en consideración».
«Que los feriantes no paguen nada y que se perjudique a los que están aquí todo el año, generan empleo y pagan sus impuestos lo consideramos injusto», ha añadido Domingo.
Domingo ha manifestado su indignación porque asegura que la asociación que representa intentó dialogar con el Ayuntamiento y con la Asociación de Libreros pero cuando el consistorio les recibió, las decisiones ya estaban tomadas.
La vicepresidenta de la asociación ha explicado que la propuesta de los empresarios era que las casetas «se ubiquen de tal manera que no perjudiquen al comercio y a los restauradores».
«Que se integren las terrazas porque así ganamos todos», ha dicho Domingo, que ha planteado que, en el caso de la Feria del Libro, las terrazas pueden ser un complemento y «los libreros pueden ofrecer a invitados y clientes desayunos o meriendas».