El Consell aprobó este jueves una modificación de crédito para hacer frente al pago de 1.130.000 euros en intereses de demora por no abonar facturas correspondientes al contrato de la recogida selectiva en los municipios de Mallorca.
Además de los intereses, la institución debe pagar las facturas en sí, que ascienden a 1.165.000 euros más y que están pendientes desde el 2009. Los cobros volvieron a estar en regla a partir de 2012, pero durante ese periodo estalló el ‘caso Cloaca'.
Ante la sospecha de que se estuvieran pasando cobros por valores que no correspondían a las toneladas de residuos recogidos, el Consell llevó todas las facturas (también las pendientes de abonar) a los juzgados, algo que provocó que se paralizaran los pagos entre septiembre de 2010 y octubre de 2011.
La exconsellera de Medi Ambient, Catalina Soler, explicó este jueves que durante la legislatura pasada se llevó a cabo una «auditoría interna» para revisar y valorar uno por uno los pagos pendientes. El proceso supuso que los trámites no se agilizaran los suficiente porque, además, según Soler, «durante la legislatura pasada teníamos que pedir a los juzgados facturas para poder ir pagándolas».
La actual consellera, Sandra Espeja, explicó durante la sesión plenaria que, al llegar al equipo de gobierno, se solicitó un informe a los servicios jurídicos para que opinaran sobre si debían hacerse los pagos o no.
El texto estuvo listo en marzo y concluía favorable a abonar las facturas para poder hacer efectiva la liquidación de los contratos de recogida selectiva que el Consell todavía tiene con 16 municipios y que vencen la semana que viene.