Este miércoles parten de Mallorca a Francia dos nuevas locomotoras diésel que durante años han cumplido con su cometido para Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), y que en breve trabajarán para la Société des Chemins de Fer de Provenza.
La asociación Amics del Ferrocarril ha sido testigo del traslado y lo ha difundido a través de sus perfiles en redes sociales.
Valoran en su medida esta operación, aunque reivindican que quede «una máquina de esta línea restaurada» en el museo del ferrocarril de Son Carrió, como forma de preservar el legado histórico de este medio de locomoción.
Además, explican que la serie 6100, la más clásica y con amplia difusión en la Isla durante décadas, ha ido desapareciendo de nuestras vías por la paulatina electrificación de las rutas, dejando en desuso a decenas de máquinas relativamente jóvenes.
Debido a que en Mallorca la vía que se usa no es la más generalizada –es estrecha, de 1000 mm o también llamada métrica–, deben buscarse territorios donde la infraestructura sea compatible, algo que sí sucede en el caso de la región occitana.