El jefe de la Casa Real de 1993 a 2002, Fernando de Almansa, viajó a Denver (EEUU) para consultar con la infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarin, su «posición» ante su procesamiento en el caso Nóos, gestión que hizo en nombre del Rey Juan Carlos.
«Es conocido que yo hice una visita a Denver para conocer de primera mano la posición de la infanta y don Iñaki en relación a lo que ya empezaba a ser el caso Nóos», ha señalado Almansa respecto a una gestión que realizó en 2011 «por ser persona de confianza de su majestad el Rey don Juan Carlos».
Ha indicado que a esa reunión con los entonces duques de Palma también acudió como consejero de Telefónica, empresa para la que trabajaba en aquellas fechas Iñaki Urdangarin y que le encargó «valorar también cual era la posición de Iñaki Urdangarin en un asunto que podía afectar a la reputación de la compañía».
En su declaración como testigo en la cuadragésima quinta jornada del juicio del caso Nóos ante la Audiencia de Palma, De Almansa ha respondido a preguntas de la acusación popular de Manos Limpias que la visita a Denver era un encargo tanto de la dirección de Telefónica como del jefe del Estado.
El antiguo jefe de la Casa del Rey, citado como testigo por iniciativa de la defensa de Urdangarin, ha reiterado a las preguntas de su letrado que ni él ni nadie de la institución, según su información, supervisaba las actividades privadas del marido de la infanta Cristina.
«Se dedicó a algunas actividades privadas de las que a mí no se me informaba y por las que yo no me interesaba», ha manifestado el testigo respecto a las labores de Urdangarin tras retirarse del balonmano profesional en 2000, tres años después de casarse con la infanta.
Tampoco tuvo conocimiento, ha sostenido, de la colaboración en los negocios del marido de doña Cristina de Carlos García Revenga, «vocal asesor en la secretaría de su majestad la Reina en relación con las infantas», según su definición.
Ha negado asimismo que hubiera algún tipo de directriz de comportamiento laboral preestablecida respecto a los cónyuges de las infantas. «No existe nada parecido a eso, manual, formulario o doctrina», ha indicado.