La entidad conservadora del patrimonio ARCA ha denunciado este martes el descontrol y la falta de regulación en cuanto al diseño de las terrazas del centro histórico de Palma.
Según esta organización cada comercio del centro histórico de la ciudad se rige «por su propia estética» y quien debería fijar las pautas es el ayuntamiento.
Como consecuencia de la falta de regulación por parte del consistorio, ARCA considera que se contribuye a la «degradación y vulgarización» del casco antiguo y pierde «la originalidad y personalidad que la ha caracterizado, en detrimento de favorecer los negocios particulares».
ARCA en un comunicado exige que el Ayuntamiento de Palma trabaje para lograr un verdadero «eje cívico desde el Muelle Viejo a la Plaza de los Institutos».
Para ello, insta a las concejalías de Modelo de Ciudad, Urbanismo, Comercio, Espacio público, Centro Histórico y Turismo a trabajar junto a arquitectos, urbanistas y entidades ciudadanas para conseguir una actuación administrativa «coherente y coordinada».