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Sigue la tramitación del impuesto turístico con diferencias entre los socios del Govern

Imagen general del pleno del Parlament de este martes.

| Palma |

El pleno del Parlament ha rechazado este martes las enmiendas a la totalidad de devolución del impuesto sobre estancias turísticas, presentadas por PP y Ciudadanos, lo que permitirá avanzar en su trámite parlamentario, en medio de las discrepancias entre los socios del Govern, en concreto de PSIB y MÉS con Podemos.

La devolución del proyecto de ley del impuesto turístico no ha salido adelante con los votos del PSIB y MÉS, que han votado en contra de las enmiendas (24), mientras PI y Podemos se han abstenido (13).

La abstención del socio externo del Govern ha sido cuestionada por los partidos que conforman el Ejecutivo balear (PSIB y MÉS) que han calificado de «error» la postura de Podemos por no haber votado en contra de las enmiendas a la totalidad.

La portavoz del grupo parlamentario del PSIB, Pilar Costa, ha dicho en declaraciones a la prensa previo al debate que «este paso» de Podemos «al final afecta a las relaciones políticas».

«Sinceramente creo que es un error porque en un partido que da soporte al Govern, lo normal es rechazar las enmiendas a la totalidad y a partir de aquí negociar las enmiendas concretas que es lo que hay que hacer y lo que se va a hacer», ha asegurado Costa.

El portavoz del grupo parlamentario de MÉS per Mallorca, David Abril, ha considerado que no expresar el apoyo al impuesto «marca un antes y un después en la relación con los grupos que dan soporte al Govern», mientras ha defendido que la ecotasa «responde perfectamente a los acuerdos por el cambio».

La portavoz de Podemos en la cámara legislativa, Laura Camargo, se ha mostrado decepcionada por que el impuesto no sea verdaderamente «verde» y se pretenda con él suplir «agujeros» de financiación del Govern, mientras ha admitido «un enfriamiento» con PSIB y MÉS por este asunto.

La discrepancia principal de Podemos con el impuesto turístico se centra en el reparto territorial de la recaudación que no queda definido en el proyecto de ley.

Durante el debate de las enmiendas el diputado de MÉS per Menorca Josep Castell ha acusado a Podemos de «lavarse las manos» y dejar «solos» a los partidos que conforman el Govern por no votar en contra de las enmiendas a la totalidad, por lo que les ha pedido que «sean leales a la ciudadanía» y «dejen de jugar al gato y al ratón». A ello el diputado de Podemos Aitor Morrás ha respondido que su grupo no ha apoyado las enmiendas de devolución porque son «tramposas».

«No hemos encontrado una abstención a la totalidad que es lo que sentimos (...) No vamos a votar en contra de una enmienda del cambio como es la ecotasa, vamos a manifestar que no es nuestra ecotasa, vamos a seguir negociando para que lo sea», ha dicho.

El diputado del PI Josep Melià ha justificado la abstención de su grupo en que considera que Baleares necesita «encontrar instrumentos para compensar los efectos negativos del turismo para que sea más competitivo y generar bienestar ambiental» mientras las islas padezcan una infrafinanciación autonómica.

Para defender la enmienda el diputado del PP Álvaro Gijón ha apuntado que el impuesto a las estancias turísticas está «mal desarrollado, mal gestionado y poco consensuado».

Según Gijón, el proyecto de ley no aclara a qué se destinará la recaudación en lo que «es un cajón desastre que pretende cubrir los presupuestos de la comunidad autónoma».

El portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos, Xavier Pericay, ha defendido que su grupo es contrario al establecimiento de impuestos que graven la competitividad de la economía de Baleares.

Ha criticado que la ecotasa se cobre también a los residentes y sea «discriminatorio» porque deja fuera a unas 40.000 viviendas de alquiler vacacional que no están reguladas.

La consellera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, ha explicado que el impuesto sigue la línea del turismo sostenible, tiene «carácter finalista» y es un «instrumento de justicia distributiva» que permitirá repartir unos 70 millones de euros anuales para «corregir los desequilibrios que genera el turismo», mientras se han perdido unos 1.000 millones por no haberlo aplicado hace quince años.

La diputada del PSIB Bel Oliver ha aclarado en el pleno que el impuesto «no es una tasa» ni es ecológico sino que tiene una «finalidad de mejora medioambiental», mientras la parlamentaria de Gent per Formentera, Silvia Tur, ha defendido que el mismo impuesto se paga en otras ciudades del mundo.

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