Este miércoles Biel Company tiene previsto reunirse con una treintena de miembros del PP-Palma, representantes de los sectores «marginados» por el rodriguismo. Este grupo se coordina a través de la corriente Apropp (Agrupament per a la Renovació del Partit Popular). El encuentro se celebra en el Bar Bara de Son Ferriol. Estos representantes transmitirán luego sus impresiones a sus compañeros de las diferentes agrupaciones populares. Miembros de Apropp destacan que «Biel Company acude exclusivamente en su condición de diputado autonómico para explicarnos de primera mano los seis primeros meses de Govern de izquierdas. No hay nada de pugna interna dentro del PP porque no es el momento. Habrá látigo para los del Pacte. Nada más».
El propio Company ha puesto la condición de acudir al encuentro de que sea en su condición de diputado y no de aspirante a la presidencia del partido, ya que reserva esta opción para cuando esté cerca de abrirse el período precongresual. «Para esto falta mucho tiempo ya que depende de la celebración previa del congreso nacional y éste está sujeto a si habrá nuevas elecciones generales». En este sentido, en el PP crece la convicción de que habrá nuevos comicios generales, que se celebrarán el 26 de junio. Company se toma las cosas con calma. Quiere ir paso a paso y sin estridencias.
Pero mientras los sectores ajenos al rodriguismo dentro del PP-Palma se están moviendo de cara a «impulsar la renovación interna huyendo de capillitas y círculos cerrados, simplemente apelando a las bases». De hecho, todas las corrientes coinciden en que hay que superar el pasado e imponer el principio de «un militante, un voto».
Desde otra vertiente, esta vez no lejana al rodriguismo, el que también se está moviendo es el exconseller de Turisme Jaume Martínez. Hace kilómetros sin descanso. Se habla de que ha celebrado diferentes ágapes en la Part Forana con militantes no excesivamente entusiastas del regionalismo, el último de los cuales se celebró en Manacor.
Aunque el próximo congreso regional está lejos, y aún más el de Palma, las bases se mueven. Todo indica que tanto el presidente regional, Miquel Vidal, como el de Mallorca, Jeroni Salom, ven pasar estos acontecimientos por delante de sus narices como quien ve volar tordos y no se entera ni de dónde salen ni adónde van. Otros destacados peperos como Álvaro Gijón (secretario general de Palma) o el exconcejal Fernando Gilet, permanecen a la espera pero mueven sus fichas.
Mientras, algunas heridas siguen abiertas. Aina Aguiló, destacada militante crítica con el rodriguismo y muy próxima a Mateu Isern y Francesc Fiol, ha presentado el pliego de descargos ante el instructor Pedro Rosselló por la refriega verbal que mantuvo con el secretario general, Andreu Ferrer, en la cena del partido celebrada el pasado diciembre. Aina sostiene que no insultó a Ferrer, ya que considera que calificarle de «rodriguista» no es ni un insulto ni un menosprecio. También reclama que si le instruyen un expediente a ella debería hacerse lo propio con Ferrer ya que la calificó de «sinvergüenza», lo que podría considerarse cuanto menos un menosprecio.