Cerca de 8.400 firmas han sido recogidas para solicitar al alcalde de Palma, José Hila, y a la regidora de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal, Neus Truyol, que se instaure la «política de sacrificio cero» de perros en la perrera municipal.
La iniciativa ha sido puesta en marcha por María Nuria Seral, que afirma que los animales «sanos» que se sacrifican en la perrera «merecen una oportunidad».
La petición, formulada a través de la plataforma digital Change.org, propone la castración obligatoria en centros de recogida de animales, es decir, en perreras, refugios y comercios, de forma que se eviten «camadas indeseadas y abandonos posteriores».
De esta forma se ayudaría a reducir el número de abandonos y «sacrificios injustificados», afirma la promotora de esta iniciativa, que advierte de que Mallorca no «tiene capacidad» para «absorber los 16.000 abandonos anuales» de perros.
Seral asegura que la política del «sacrificio cero» está implantada en muchos países de Eurora y que las protectoras de animales aplican esta norma de la castración al dar en adopción a sus mascotas.