Los rumores se desataron en Son Espases a principios de esta semana. Por todos los pasillos se comentaba que «está a punto de llegar» el nuevo director de Enfermería tras haber sido fulminado hace poco más de un mes su antecesor, el leonés Alberto González. Como se sabe, González se enfrentó a una jefa de servicios que, casualmente, es la esposa de un alto cargo de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Balears. El cacao político-sanitario se saldó con la fulminación de González. La consellera Patricia Gómez y el director general Juli Fuster recibieron «indicaciones» precisas en este aspecto. González se volvió a la Meseta.
Desde entonces, nada se sabía de quién sería el nuevo director de Enfermería, hasta que hace poco el tam-tam corrió de boca en boca, saltó de planta en planta y se comentó de quirófano en quirófano: «Nos traen a un tal Mariano, que es de Tordesillas», ciudad vallisoletana famosa en los libros de Historia porque allí se firmó el famoso Tratado por el cual Castilla y Portugal se repartieron las áreas de influencia en la recién descubierta América.
Naturalmente, tras el fiasco Alberto por pelearse y querer cesar a quien no debía, hay mucha expectación por saber quién es el misterioso Mariano, que pasaría a formar parte ipso facto del reducido equipo directivo del macrohospital. Pero sabedora de que el run-run del asunto Tordesillas se iba hinchando como un globo aerostático, Salut actuó rauda y veloz este miércoles. Fuentes oficiales de la Conselleria de Patricia y Juli anunciaron que «la plaza será cubierta por concurso». Fuera líos. De esta manera se despejaban todas las dudas y se deja abierto el vistoso puesto al que presente mejor currículum. Puestas así las cosas, no se sabe si Mariano hará acto de presencia tal y como se esperaba o se irá directamente a comer la lechona, los turrones y el roscón a Tordesillas.
En todo caso, el desarrollo de este concurso va ser seguido con microscopio, fonendoscopio, lupa, anteojos y periscopio por todo el personal, dados los antecedentes. Y con los sindicatos oteando el horizonte con las orejas bien predispuestas. Como se sabe, la directora y la gerente de Son Espases son una reciente y genuina importación del hospital de Laredo (Cantabria) por parte de Patricia y Juli.
Mientras, hay mal estar en ambientes sindicales de Son Espases. Uno de sus portavoces ha afirmado que «esta semana, y a las puertas de las elecciones generales, han anunciado que iban a pagar un 27% de la paga extra congelada por Bauzá hace años. También dicen que pagarán un montón de horas extra que adeudan a buena parte el personal. Hay nervios entre algunos compañeros porque tanto dinero de golpe puede conllevar un castañazo por parte de Hacienda. Ya veremos».
La carta
Por otra parte, la consellera Patricia recibió hace unos días una carta firmada por los representantes de CCOO y CSIF en la que le piden explicaciones por el nombramiento de una sindicalista con categoría laboral de pinche de cocina como responsable de Prevención y Salud Laboral del IB-Salut, con 15.000 trabajadores a sus espaldas. La antigua pinche coordina directamente a ocho facultativos, catorce técnicos superiores y nueve enfermeros, todos ellos especialistas en salud laboral.
No obstante, esta señora tiene defensores, sobre todo en UGT, sindicato del cual forma parte y por medio del cual ha obtenido varios diplomas en la especialidad requerida si bien manteniendo la categoría de pinche. Se recuerda que lleva muchos años ejerciendo de representante sindical y ya está completamente al margen del mundo de las perolas. Además, fuentes de la Conselleria aseguran que «continuará cobrando el mismo sueldo de antes. No beneficia en nada. Lo hace por afán de servicio».
Pero pese a la consistencia de tales argumentos, la consellera Patricia este miércoles aún no había respondido a la carta de los dos sindicatos firmantes, que aguardan expectantes.