Una mujer de Palma, F.D.B, de 87 años, ha sufrido quemaduras de segundo grado profundo en ambas piernas (de tercero en una rodilla) y ha tenido que ser intervenida quirúrjicamente tras haberse puesto unos pantalones de fibra de corte chino comprados en un tenderete del mercado de Pere Garau por ocho euros. Su hijo ha presentado denuncia en la Direcció de Consum.
El informe médico de Son Espases, donde fue atendida la mujer con carácter de urgencia, indica que «presenta quemaduras en ambas extremidades inferiores. Parece que el mecanismo de la quemadura es el contacto con el pantalón con fibra que acumuló calor por el brasero eléctrico. Debido a la edad de la paciente las quemaduras han profundizado».
El hijo de la afectada presentó denuncia y expuso los hechos. Advirtió a Consum de que su madre iba a ser operada «con riesgo vital». Indicó que el patalón recién comprado que llevaba la mujer en el momento del accidente «no mostraba marca alguna de quemadura térmica, física o química». Lo cierto es que su madre perdió el conocimiento. «La encontré tendida en el suelo en estado de shock». El brasero eléctrico estaba desconectado desde hacía tiempo, ya que lo había hecho la cuidadora al marcharse. «El brasero estaba frío y mi madre quemada».
Según el hijo, «es materialmente imposible que se tirara ningún líquido caliente encima. La cocina está al otro lado del piso y mi madre anda con dificultad, con un andador».