La que iba a ser una fotografía simpática de Albert Rivera durante su visita este viernes a Palma se convirtió en un episodio insólito del candidato de Ciudadanos.
Horas antes de dar su mitin en el Trui Teatre, Albert Rivera almorzó en el restaurante Caballito de Mar con cinco personas de su equipo de confianza.
Al salir, Rivera se molestó por la presencia de Ultima Hora. Esquivo, eludiendo al periodista y sin querer estrecharle la mano, exclamó: «¡Hay que avisar!». Automáticamente, una de las personas que le acompañaban se interpuso entre él y el fotógrafo y otro le escoltó hasta un vehículo, que le esperaba en la plaza de La Llotja.
La imagen afable del mediático candidato de Ciudadanos, que en los últimos días se ha mostrado como próximo y accesible en distintos programas de televisión, dista mucho de la acción que este viernes protagonizó en Palma.