Emaya recogió 11,8 toneladas de trastos y muebles viejos el martes por la noche, día en el que entraba en vigor el nuevo sistema de recogida. Esta cifra se considera «muy positiva» desde la empresa municipal, ya que ven un «éxito muy importante» haber podido obtener «de forma ordenada y en el horario correspondiente» el 60% de los trastos que hasta ahora se recogían sumando el servicio a domicilio y el de calle.
De las 20 toneladas diarias de media que recogía hasta ahora Emaya, sólo el 35% procedían de las casas de la ciudadanía. El resto se encontraban en la calle, hecho que, según el gobierno municipal, provocaba ineficiencia, ya que se destinaban los mismos recursos a dos servicios que estaban descompensados.
A pesar de que la primera noche del nuevo modelo de recogida transcurrió sin altercados, los operarios de Emaya registraron 28 infracciones por objetos en la calle que el servicio no se encarga de recoger. Ante esta situación, se dejaron adhesivos llamativos indicando que artículos como electrodomésticos, material de obra o escombros no deben sacarse a la calle.
El horario para sacar los trastos es, ahora, de ocho de la tarde a diez de la noche y cada barriada tiene asignado un día de la semana para poderlo hacer. El martes, la noche del estreno, fue el turno de 90.000 personas de Ciutat, distribuidas en 28 barrios: todos los del centro y la zona norte.