La oposición acusó al gobierno municipal de haberse «cargado cien años de historia» al cambiar la disposición del salón de plenos y «utilizar el patrimonio con fines partidistas». Tanto el PP como Ciudadanos presentaron una moción al pleno de este jueves por la catalogación de la sala.
Ciudadanos, concretamente, afirmó que el regidor de Cultura, Miquel Perelló, «se pone a hacer de decorador» y criticó que el único criterio utilizado para elegir los cuadros que ahora rodean al alcalde (donde antes estaban colgados el dosel, el crucifijo y el busto del Rey Felipe VI) fue «la voluntad» del concejal. Por su parte, los ‘populares' le reprocharon al Pacte que actuó «con nocturnidad» y «sin buscar el consenso». En cuanto al crucifijo, que para C's «también es digno de proteger», el PP avisó de que «cuando volvamos a gobernar lo volveremos a poner».
Perelló defendió la postura del gobierno municipal, calificada de «sectaria e ideológica» por la oposición, afirmando que «el dosel representa al Antiguo Régimen» y que la elección de los hijos ilustres fue «democrática».
Esta no fue la única polémica que hubo en el pleno. Los representantes sindicales de los funcionarios intervinieron para advertir al gobierno que «cuatro años con el personal en contra se pueden hacer muy largos». Pedro Castro, presidente de la Junta de Personal, lamentó que «nos preocupa mucho lo que estamos viendo» en referencia a las decisiones que el Pacte está tomando sobre el personal pero sin contar con éste, como la delegación de las competencias del personal de Función Pública al área de Seguretat Ciutadana.